Tolo

 
 

Sexo: Macho

Raza: 

Edad: 8 meses

Apadrinado: No
 
Hola, me llamo Tolo y tengo dos años. Soy un cocker spaniel negro muy bonito y siempre había pensado que esto me protegía del abandono o el maltrato, pero me equivocaba. Hace unos días, una fría noche de diciembre mis amos, a los que yo quería y cuidaba todos los días, nos cogieron a mí y a mis dos compañeros y nos subieron al coche. Yo estaba muy excitado, pensaba que nos llevaban al campo a jugar, aunque me extrañaba lo tarde que era. Llegamos a un lugar desconocido para nosotros y nos ataron a un árbol. Nuestro amo ni siquiera se despidió de nosotros, se subió al coche y se marcho. Al principio creímos que volvería, y mirábamos a todas partes buscando las luces o intentando escuchar el sonido de su coche. Pero no volvió. Según avanzaba la noche, el frío y la lluvia aumentaban. No entendíamos nada. Pensábamos que habíamos hecho algo mal y que solo era un castigo. Que volverían a por nosotros. No fue así. Nunca había pasado tanto frío y tanto miedo. Cuando amaneció estábamos agotados. Entonces unas personas nos vieron, y vinieron corriendo hacia nosotros. Nos asustamos, pero en seguida, comenzaron a hablarnos cariñosamente, a ponernos mantas por encima y nos llevaron a nuestro nuevo hogar. Ahora estamos bien y esperamos encontrar pronto una nueva familia, en el que realmente nos quieran para siempre.